Siempre Chava

Mi primer recuerdo del Chava fue en la Vuelta a España del 98, todavía me acuerdo de esa página del AS que titulaba “Nadie puede con el Chava”, esa forma de correr fue única, su forma de agitar las carreras también, era muy querido por el aficionado por eso, no tenía miedo a nada, por eso muchas veces le podía el corazón.
Como un grande del ciclismo, fue el primero en inscribir su nombre en una cima mítica del ciclismo actual como el Angliru, o esa forma de no estar preparado para el Tour. Todos creíamos que alguna vez por las carreteras de Francia nos daría las alegrías como en España, pero allí no le motivaba correr, a él lo que le gustaba era correr por España, esas cunetas llenas de gente gritando “Vamos Chava”.
Entro en una espiral de la que no puedo salir, en esos intentos fallidos por volver a ser el de antes, dicen por ahí que le dijo a Unzue que corría gratis incluso pero el director navarro declino la oferta, eso le quedo tocado, todavía creo que muchos tendrán cargo de conciencia. Esos breves periodos de falsa recuperación, muy pocos intentantaron o quisieron ayudarle, se concentró primero en Piedrahita para entrenar a tope, y después en el hotel de Lale Cubino en Béjar para oxigenar el cuerpo y perder peso, todo fue inútil. Nunca volvió a correr, lo que tanto le gustaba se convirtió en una pesadilla.
Fue internado en la clínica San Miguel de Madrid, para intentar salir de la maldita depresión que tenía, todo fue inútil se nos fue por un paro cardiaco, y como siempre dice su madre, murió fiel a su estilo, al ataque y de repente. Chava Siempre.
Poema de Pedro Horrillo dedicado al Chava:
Eres tú chabacano
Cual ave fénix errante
Mas no androide sino humano
renace de cenizas ardientes
el Chava, sí, yo, chabacano.
Me enterraréis bajo un foso
Me mandaréis a galeras
criticaréis mil veces mi estampa
mientras la espalda tuerza.
Pero esperad, impaciente,
ilusos, esperad a que alce la mano
entonces vendréis a aplaudirme.
Miradlo, diréis, es él,
chabacano.

Os conozco demasiado, bandidos,
pero no sois vosotros mi mal,
son las piernas, mi sangre,
mis latidos, mis armas, mi querido arsenal
quienes sufren, quienes (si
quieren o no) hacen camino
pero no hay rival, Jiménez.
no pienses, no es nadie,
ni siquiera tu cuñado,
tu único rival eres tú,
Chabacano.

Y subiendo por las laderas,
excitando tu ego,
conjurando el mal,
buscarás tardes de gloria,
días de nunca olvidar
pero encontrarás pozos oscuros,
luces que no verás jamás.
Y te dirás con aire cansado:
hoy no eras tú, chabacano.

Más llegan vientos alpinos
que levantan cenizas al vuelo
y bajo ellas brasas, rescoldos que soplas,
se alza llama al cielo
y besas con rabia tu mano:
hoy si eras tú, chabacano.

NUNCA TE OLVIDAREMOS