Todos los caminos llevan a Sagan, eso deben pensar en Liquigas, que han hipotecado su futuro más inmediato como equipo para darle toda la confianza al corredor esloveno en detrimento de otra de sus estrellas que se ha tenido que buscar equipo, Vincenzo Nibali.
Si ya hace unos años el joven Peter despuntaba en carreras menores del panorama UCI, este año ha sido su presentación en sociedad, en la carrera más importante del mundo, el Tour de Francia.
Su inicio de temporada fue muy bueno con victorias parciales en Omán, en la difícil Tirreno-Adriático y los Tres Días de La Penna, además de alzar los brazos en California. Pero según llegaba su objetivo se iba poniendo más en forma, ya en Suiza lo demostró, con sus victorias quedaba demostrado que su punto de forma era espléndido para el Tour de Francia.
La formación de su equipo para asaltar los Campos Elíseos quedaba claro que no querían ningún hueco sin cubrir, con Nibali y Basso para la general y él para las victorias parciales y si podría ser el maillot de la regularidad.
Dicho y hecho, su primera semana fue perfecta 3 etapas para el zurrón y maillot verde de la regularidad, que no soltaría en toda la carrera. Su nombre ya es de los importantes en el panorama ciclista. La apuesta de su equipo hacia este corredor así lo demuestra, pues ha hipotecado su presente y su futuro a un corredor que todavía no sabemos si es para generales o para carreras de pocos días, el futuro lo dirá, pero lo que esta demostrado, que todos los caminos pasan por Peter Sagan.
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