Hay vida más allá del lado oscuro. Cuando empezó la temporada, muchos pensaban que era un ciclista acabado, que aunque era una de las estrellas del nuevo Omega Pharma, su tiempo estaba más cerca de acabarse que de seguir entre las estrellas de las dos ruedas.
Sus peores años como ciclista y sobre todo como persona le seguían pesando mucho, sus escarceos con las drogas de 2008 y 2009 estaban muy latentes aún, pero Tom Boonen quería dejar claro que esa época oscura ya era historia y que mejor manera de empezar ganado.
Su inicio de temporada fue espléndido, alzaba los brazos en el Tour de San Luis, el dos etapas del Tour de Qatar y una victoria en la Paris-Niza. Pero el seguía empeñado en mantener su nivel de forma para llegar a las carreras que más le gustan a un belga de pura cepa como el, las clásicas de primavera.
Ahí es cuando el belga Tom Boonen volvió a ser el de antes, primero en Vlaanderen-Harelbeke, Gante-Wevelgem, el Tour de Flandes y el infierno del norte, la París-Roubaix su gran nivel mostrado en Bélgica y en Francia fue sublime pocas veces se recordaran la forma de ganar esas dos carreras.
Tom Boonen se adentró en el mundo como anteriormente su gran ídolo como Frank Vandenbroucke, el que fuera campeón del mundo en 2005 reacciono a tiempo para seguir viviendo y luchando para demostrar al mundo entero que se puede volver, que hay segundas oportunidades.
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