Y de pronto salto la sorpresa en la Vuelta, quien menos lo esperábamos ha resultado el ganador. El Bisonte de la Pesa se ha impuesto ante grandes nombres y nuevos jóvenes valores. Una Vuelta que hemos descubierto al gran Froome, Mollema.
Llegaba desganado con ganas de dejar la bicicleta, porque estaba pensando en dejar la bicicleta, pero un halo de luz llego, en Burgos recuperaba su mejor nivel, y llegaba la Vuelta, pero en su equipo había mucho gallo, Menchov y Sastre, casi nada, y en la primera llegada en La Covatilla mostró su nivel.
Desde ese momento, era el hombre tapado del Geox, pero ante la galería todo era para Menchov, poco a poco, fue escalando posiciones. Llego La Farrapona, que gracias al gran trabajo de De la Fuente, fue donde se coloco con opciones en la general, pero desde su equipo no le daban importancia.
Matxin y De la Fuente, si creían en Cobo. Pero había un gran rival de por medio, Wiggins, su gregario de lujo Froome, le iban a poner todas la trabas del mundo. Pero en el camino de los ingleses estaba el Angliru, los del Sky no sabían a lo que se enfrentaban, el por suerte si, decidió poner un desarrollo casi de MTB, lo demás es historia, se une a la lista de grandes campeones, Chava, Simoni, Heras, Contador, y de postre el maillot de líder. Quedaba lo mejor pasar por casa con el maillot de líder.
Quedaba la etapa de Peña Cabarga, que con el terrible ataque que le lanzo Froome a pocos metros de la meta, pero un silencio se hizo en el puerto, parecía que se quedaba, la afición le empujo y le saco las fuerzas que no tenia, solo cedió 1 segundo mas la bonificación.
A partir de ahí, tocaba sufrir, porque la Vuelta después de 33 años llegaba al País Vasco, y con ello las etapas con trampa, Urkiola, Vivero, pero con un gran trabajo de equipo, todo fue tranquilo.
Y llego Madrid, el paseo triunfal no era tal, los 13 segundos eran peligrosos, pero en la Castellana Sagan le permitió alzar los brazos al cielo, un gran campeón nacía, lo demás es historia.
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