Los que le conocen decían que estaba mejor, que se cuidaba más que cuando competía, pero en realidad todos pensábamos que si, entrenaba, pero se dejaba llevar, salía con la mítica grupeta murciana pero no seria para tanto.
Nos equivocamos, ha vuelto mejor de que cuando se fue, Valverde sufrió dos años de calvario, sin dar positivo, por culpa de la cabezonería de McQuaid y el CONI, pero él supo esperar, a los pocos días de saber su sanción injusta, manifestó que en realidad estaba tranquilo, él nunca había dado positivo, pero que estaba tranquilo porque por fin se iba a dejar de dudar de un tipo como Valverde.
Ha regresado, sin hacer ruido, le siguen haciendo putadas como la que no se podía presentar en su equipo de siempre hasta después del 1 de enero, no le dejaron competir en ninguna competición con dorsal, ni siquiera en la Perico Delgado, de hecho en los próximos dos años no quieren que sus puntos valgan para sumar nada, le intentaron hacer el vacío, error, Valverde es un chico que la vida le ha demostrado que solo hay que esperar.
Entreno y entreno, mas que antes para volver incluso mejor, y lo ha conseguido sus victorias en Australia y hoy en Andalucía le vuelven a poner en orbita, por mucho que no le guste al irlandés Pat McQuaid, y ahora a preparar la primavera que a buen seguro le veremos subir los brazos en mas de una ocasión.
Ya me lo imagino en el Mundial, ganándolo y dándole la mano al presidente de la UCI, mirándole a los ojos, cuya cosa es no hará porque desprecia a la gente que da positivo y hace trampas.
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