Y en la primavera resurgió de sus cenizas, uno de los ciclistas mas importantes de Bélgica en los últimos años, había entrado en una espiral que parecía que no iba a salir, problemas con las drogas le valieron que fuera considerado acabado, el año pasado fue uno de los peores, estaba en el alero su profesionalidad, sus ganas de montar en la bici y sobre todo que que sus problemas con las drogas ya no estaban.
Y todo cambió, año nuevo, pero sobre todo equipo nuevo, nuevas aspiraciones y nuevas ilusiones, ademas de un equipo que le iba a apoyar a muerte en las carreras de primavera. Así empezaba Tom Boonen el año, el nuevo Omega Pharma-Quick Step.
Volvía por sus fueros, las victorias en el Tour de San Luis, 2 etapas en Qatar mas la general, una etapa en la Paris-Niza, ganador en la prueba Vlaanderen-Harelbeke y sobre todo las mas importantes y que a buen seguro le habrán echo mas feliz el Tour de Flandes y su cuarta Paris-Roubaix.
Y aquí es donde ha hecho historia, en su carrera, la Paris-Roubaix, historia viva del ciclismo, se interpuso como los grandes, con poderío, a 50 kilómetros de la meta y sin mirar atrás por si alguien le seguía, hay que decir que faltaba su gran rival el suizo Cancellara que se cayo en Flandes, pero eso le valió para hacerse con su cuarto “infierno del norte”.
Igualo a su compatriota, el mito “mosieur Roubaix” Roger de Vlaeminck algo que no supo encajar bien, porque dijo que los rivales de Boonen no eran buenos y que eran rivales de segunda, algo que el “gitano” no ha sabido digerir bien. Le han igualado el récord, pero a buen seguro que en los próximos años el nuevo “Monsieur Roubaix” volverá a ganar en su carrera, su infierno del norte.
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