Langeveld gana por un tubular

La víspera de la carrera se presentaba rebelde, porque era la primera carrera seria donde no se podía utilizar el pinganillo. Los ciclistas amenazaron con retrasar la salida en señal de protesta, pero al final no cumplieron las amenazas.

Se presentaba jugosa la carrera con nivel Gilbert, Boonen, y Flecha, que haciendo honor a su victoria del año pasado, llevaba el simbólico numero uno. Muchas expectativas porque el día no acompañaba, frío, lluvia y ese ambiente de melancolía que rodea a este tipo de pruebas para tipos duro como el “flamenco” Flecha. Quería ser de los pocos que han ganado en dos ocasiones seguidas la antigua Het Volk y ahora llamada Het Nieuwsblad.

Hasta que se hizo la escapada de transición no trascurrieron muchos kilómetros, a los 23 km ya estaba formada por 7 valientes, entre lo que destacaban Commeyne, Ladagnous y Chavanel. Su máxima ventaja fue de 7 minutos allá por el kilómetro 65, pero era cuestión de tiempo que la fuga llegara a su fin, a 40 kilómetros de la llegada, los principales equipos, Omega Pharma, Quick Step, Sky, Garmin-Cervelo, Rabobank… trabajaron para echarla abajo y poder jugar sus cartas.

Pero de pronto salto Langeveld a 32km de meta, en el muro de Leberg, parecía que era otra jugada de Rabobank, para hacer jugar la baza de Booms, pero trascurridos los kilómetros estaba claro que podía ser el ganador, tanto es así que Flecha estuvo muy hábil para coger el grupo bueno de persecución y en una caída tonta de uno de ellos, ante la duda de todos, Flecha ataco para jugar su baza, quedaban pocos kilómetros unos 25, para acabar pero el modo de pedalear del español, le delataba, la quería y puso todo su empeño.

Así pedaleaba Flecha, en solitario contra los elementos, lluvia, frío, sin pinganillos que hicieran de guías, y a falta de 15 kilómetros, le cogió, se conocían porque coincidió cuando estuvo en el Rabobank, y Flecha le metía miedo, a falta de 5 kilómetros le lanzo un ataque de prueba que el holandés, respondió sin problemas, así que hablaron, se dieron relevos y llegaron a la conclusión que el sprint seria el que diría quien era el ganador.

Y por un tubular, Flecha no pudo conseguir el triunfo, quizás le faltaron fuerzas, que consumió en su persecución, pero a juicio suyo, es feliz porque es la época del año donde disfruta de su trabajo, también se acordó de aquellos que le dicen que no sabia correr con condiciones malas en clásicas de importancia, pero aun así y con todo esto
Se movió mejor y más inteligentemente que los grandes favoritos, con más agilidad y ligereza, en un día helador, de no más de cinco grados. Otro triunfador fue su compañero de equipo Hayman que normalmente era el primer sacrificado por su equipo en este tipo de carreras, premio en forma de tercer clasificado y que decir de el ganador Langeveld, era la segunda baza del Rabobank por detrás de Booms para las clásicas, y a la primera ha mojado, vaya primera parte del año que esta haciendo el equipo de Freire, con victorias en Omán, Andalucía, y ahora aquí.