La quinta etapa era la de la vuelta a la normalidad, y la verdad que ha sido muy bonita, emocionante y sobre todo peligrosa, porque hemos vuelto a tener un susto porque en los últimos kilómetros un corredor del BMC, Butler al principio parecía que estaba inconsciente, pero todo quedo en un susto.
Hoy tocaba comer, tierra y polvo, cambiar ruedas, muchos pinchazos y un sinfín de caídas, porque después de la experiencia del año pasado, que fue mucho peor, porque encima llovió y estaba todo como en los buenos tiempos de Roubaix.
El líder hasta hoy, David Millar, beso el suelo, cuando intentaban ganar el sprint de la meta volante de Arcidosso en el kilómetro 106. Nada mas dar la salida, Kohler se marcho, solo y tuvo mucha renta hasta 13 minutos pero era cuestión de tiempo, y los favoritos hicieron trabajar a sus equipos, el que mas lo hizo fue Nibali, que dio una lección casi sin sentido, porque sabia que también le iban a coger, pero aun así, se fue.
La mala suerte se cebo con 2 corredores que están en el medio, Cataldo y Tankink, uno se cayo al patinar, culpa también de una moto, y el de Rabobank se le salio la cadena. Se les fue su oportunidad
Ese ha sido el momento que Weening ha aprovechado para intercalarse junto a John Gadret. No han tardado en alcanzar a un cansadísimo Kohler. Faltaban 10 kilómetros para la meta y Weening se ha ido el solo. El holandés ya sabe lo que es ganar en algo parecido a lo de hoy, y no ha fallado, se ha ido y ha hecho pleno, etapa y liderazgo. Todos los corredores han dicho que para el publico es emocionante este tipo de etapas, pero para los corredores es un suplicio. Lastima que nunca llueve a gusto de todos.
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